¿Cuándo fue la última vez que se detuvo a pensar en los pasos discretos que implica la lectura? Para la mayoría de nosotros, leemos como respiramos. No tenemos la voluntad consciente de inhalar y exhalar. Tampoco notamos nuestro procesamiento cognitivo de letras, sonidos y significados. Sin embargo, existe una progresión específica en el desarrollo de habilidades que debe negociarse al aprender a leer. Primero viene la asociación de sonidos a letras. Luego, el niño aprende a encadenar sonidos para pronunciar las palabras; ¿recuerdas "Hooked on Phonics"? El siguiente paso es conectar el palabras juntas en una progresión fluida; y finalmente, comprensión: comprender el significado y las ideas detrás de las palabras conectadas.
La fluidez en la lectura, es decir, la capacidad de leer textos conectados de manera fluida, rápida, sin esfuerzo y con la expresión adecuada, es un componente esencial en el desarrollo de lectores sólidos. Pero para muchos estudiantes, la progresión de enfocarse en palabras individuales a leer con fluidez es un gran paso adelante. Las diferencias en el aprendizaje, la adquisición del idioma inglés e incluso la falta de modelos de lectura en casa pueden afectar la capacidad de un niño para negociar eficazmente este paso del desarrollo.
Una estrategia de instrucción que apoya el desarrollo de la fluidez en la lectura es leer en voz alta. Escuchar un texto leído con la velocidad y la expresión adecuadas, mientras el alumno sigue el texto, le proporciona un modelo de eficacia en la lectura. Leer en voz alta con su estudiante, le permite practicar y copiar el ritmo adecuado, al tiempo que minimiza su aprensión por cometer errores. Finalmente, hacer que su estudiante lea en voz alta por sí mismo, obliga al cerebro a escuchar, así como a ver las palabras en la página. Y escuchar donde fallan motiva la autocorrección, genera confianza y fortalece la fluidez en la lectura.
El año pasado entrené a dos niñas de sexto grado que luchaban por dominar la fluidez. Uno comenzó el año diciéndome que odiaba leer en voz alta. Semana tras semana leemos juntos, a veces al unísono, a veces haciendo que me hagan eco, y a veces leen en voz alta solos. A mediados de año, se fijaron la meta de grabar un libro en CD. Seleccionaron la historia que querían grabar y practicamos duro durante 4 semanas, trabajando en el ritmo, la expresión y la entrega fluida. Finalmente llegó el día de grabar. Estaban aturdidos de expectativa. Al final de la sesión de grabación, lo reproducimos. Estaban asombrados y orgullosos de lo que habían logrado.
Este año, a través de la generosa financiación de IMPACT Austin, nuestro programa "Estrellas de lectura" se ofrecerá en los salones de clases de la escuela intermedia, proporcionando 6th los alumnos tienen la oportunidad de hacer sus propios libros en CD. Estas grabaciones se distribuirán a las escuelas primarias para fomentar el amor por la lectura y un modelo de lectores sólidos en la escuela secundaria. La próxima vez que lea con un niño pequeño, anímelo a leer en voz alta.